La vida en clave espiritual

Es que no llegamos!!

Nos espera una semana muy dura … Esta mañana hemos ido a Alcobendas, más o menos una hora de coche, para pasar por la central de TNT, mi antigua empresa, para firmar la baja y recoger el finiquito. Mañana tenemos Hebreo, las vocales!!! Madre mía con los masoretas, para (como nosotros hasta hace nada), los no versados en hebreo les diré que tienen 18 vocales, ni más ni menos, pero, para más inri, son solo cinco, como en espanyol, pero que si largas invariables, que si largas variables, que si cortas o breves y que si reducidas, complican un pelín el tema.

El miercoles examen de griego, la segunda declinación masculina, el presente de indicativo voz activa y el presente e imperfecto del verbo ser, estar o haber, pa’que no te aburras. El jueves y el viernes NT y Credos, que todavía no nos hemos puesto con las lecciones porque este fin de semana tuvimos la primera sesión de Consejeria Pastoral, sábado de 9:00 a 20:30 h, vamos que estuvimos un buen rato. Hoy que no teníamos clases, para Alcobendas y mañana a estudiar para el examen de griego y hasta el miercoles no nos pondremos, ah! que también se nos acumula el trabajo de consejeria, un TCT (trabajo a calificar por el tutor) cada quince dias. Aaaaaaaaah! estamos para chillar, porque, como estábamos ociosos…, estamos haciendo el traslado, nos vamos a vivir a una casita al jardín, la mar de maja, eso sí, pero que hay que desembalar las cajas que quedaban, colocar, embalar lo que hemos abierto, desembalar abajo y colocar. Vamos que aburrirnos no, os lo aseguro.

Y en medio de todo esto un@ pierde el norte, pierde la prespectiva y olvida la razón que le trajo aquí. La vida sigue y parece que te arrastra, sin permitirte pasear, te lleva rodando calle abajo, sin contemplaciones, sin tiempo para reflexionar, sin un momento de paz que te permita pensar, disfrutar, asimilar, asentarte.

Esta noche leyendo Lupa me he encontrado con una cita del teólogo taiwanés Choan-Seng Song, ex presidente de la Alianza Reformada Mundial:

Al principio de esta historia de la vida y el ministerio de Jesús, Juan nos dice: «Esta Luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no han podido apagarla» (Juan 1:5). La luz en las tinieblas. La esperanza en medio de la desesperanza. La vida a pesar de la muerte. ¿No es esto acaso lo que vivimos en la vida? ¿Acaso no es simbólico de la gloria de la resurrección frente a la vergüenza, el dolor y el sufrimiento de la Crucifixión?

La noche del padecimiento y la muerte de Jesús, y el amanecer de la resurrección. La luz que brilla en las tinieblas y las tinieblas no han podido apagarla. La noche de confusión y de dudas, y el Espíritu de renovación que sopla disipándola. Juan el evangelista resume todo esto en una de las más profundas y agudas declaraciones que se haya hecho jamás en la comunidad cristiana a lo largo de los siglos: «La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, llena de gracia y verdad» (Juan 1:14).

Estas palabras me han hecho reflexionar, la luz, las tinieblas, y he recordado que hacia aquí, vivir en luz. Hoy ya se acaba mañana será otro dia y, mal nos pese, estoy convencida que volvere a entrar en la rueda, a girar y girar, pero os aseguro que hoy estoy dispuesta a no olvidar que la luz venció y vence a las tinieblas, que estamos aquí para ser luz, una luz que no se consumirá, una luz que emana de Jesús, el hombre perfecto, que nos enseñó con su vida que hay otra manera de hacer las cosas, que se puede vivir brillando.

Me encanta el evangelio de Juan, por tardio que sea, o seguramente por eso.

Aquí en Madrid, intentando otherway.